Análisis personajes

Frodo es un personaje que representa lo pequeño dentro de algo mucho más grande, tanto de forma retórica como literal. Es un personaje que por casualidades de la vida se le enmendó una tarea gigante para el mundo en el que vive, y que con el tiempo es normal que se vaya cayendo y corrompiendo; incluso su victoria no fue heroica en ningún aspecto, ya que casi cae ante la tentación del anillo. A final de cuentas es un personaje muy humano y que no tiene un gran desarrollo, pero muestra un gran punto hacia el mensaje de la obra.

Es un adolescente algo antipático, introvertido, aunque no podría decirse retraído socialmente; sus únicos obstáculos son los que el mismo se pone aunque no son enteramente su culpa, ya que en el contexto de la obra carga con una gran responsabilidad para el destino de todo el mundo, una carga que se representa perfectamente con su negación hacia el hecho de querer hacer ciertas cosas, ya que sigue siendo un jóven que no sabe totalmente las implicaciones de las cosas, haciendo que se entre en pánico muchas veces, este mismo pánico y dolor lo llevan hacia una introspección de su propio molde como persona. Se da cuenta de todo lo que lo demás significa para él, toda la gente que lo ha apoyado y amado, siendo un perfecto reflejo de lo que se nos quiere contar, que es apreciar lo bello de estar junto a los demás.

Un protagonista divertido con una adorable relación con su sobrina; al inicio de la obra se nos presenta como un perdedor sin remedio, contrastando con sus viejos amigos que tienen trabajos más estables o caminos de vida más fijos. Kenji al inicio de la obra se aferra a su pasado, a las emociones que lo hacían sentirse libre cuando era jóven junto a sus amigos. Como los demás personajes, el no tiene nada de especial, pero si tiene algo que lo diferencia totalmente, y ese es su espíritu, el como puede llegar a inspirar a la gente solo con su valentía y con su sentido de justicia que se remarca con sus acciones. Probablemente siempre hizo todo por la culpa que sentía, pero al final de cuentas es una persona que se hace cargo de su pasado y su presente con la frente en alto.

Este niño solo está muy confundido, cosas de la pubertad. Ya nada de su rutina le parece interesante, pero tampoco está totalmente abierto a nuevas experiencias hasta que conoce a Haruko, una chica que le da esa pizca de interés que le faltaba a su vida; sus cualidades humanas y ficticias se complementan muy bien, ya que el se empieza a sentir especial por todas las cosas que Haruko lo ha llevado a hacer y cada vez se da cuenta de el amor y validación que solo el se puede dar, ya que sufre de la confusión, la incertidumbre y el rechazo durante toda la serie. Hay un momento en el que el conflicto de Naota pasa de ser su crecimiento a buscar su verdadera individualidad y valor como persona; concluyendo esto con sus propias acciones, dejando de lado su parte emocional para hacer uso de su parte más racional, tal y como una persona que está empezando a madurar.

Es la chispa de esperanza en medio de tanto caos, un tipo sin casi nada de liderazgo, solo sigue órdenes y acompaña a sus compañeros en su aventura; es el personaje que recuerda más las cosas simples de su vida, el que siempre tiene el sentido latente de querer volver a casa, pero sin dejar de lado su deber, a como dé lugar el va a intentar ser lo mejor para sus amigos y darles las fuerzas necesarias para no rendirse. Es una parte muy pequeña del mensaje de El Señor de Los Anillos, pero sigue representando algo muy grande dentro de la filosofía y tesis de Tolkien al crear esta historia, siendo la viva representación de la Anti-Guerra que nos quería contar Tolkien.

El tipo literal no tuvo papás, casi lo venden a una familia de lunáticos y en realidad nunca tuvo una figura paterna como tal; está en la etapa de la adolescencia y la persona a la que más ama es a su hermana; que lo acompañó desde que era muy pequeño, prácticamente es su mundo para él, todo lo bueno que le han dado en la vida además de la oportunidad de ser mejor, aunque el nunca la haya podido tomar; le dijeron sobre su potencial y el nunca pudo concretarlo, porque nunca se centró de verdad; a pesar de mostrarse como un chico frío, es muy sentimental, deprimiéndose demasiado al ver morir al cuerpo de su hermana. Lo que más le hizo falta fue alguien mayor en quien de verdad pudiera confiar de sus enseñanzas.

Nobara es más que nada una herramienta argumental para Yuji, no por nada tiene una historia de origen similar, al ambos ser de fuera de la ciudad pudieron entenderse más y emocionarse por igual; el mensaje que carga Nobara en realidad es muy simple, ella no dejaba entrar a gente a su corazón, pero encontró un entorno en el que podía sentirse a gusto, y de verdad empezó a apreciar a esa gente que la acompañó. No había mucho más que contar sobre el personaje en realidad, era necesaria su muerte y no será tan emotiva por la más o menos pobre construcción de su relación con los demás, pero sigue siendo algo acorde y que en realidad desataría algo mucho mejor dentro de la obra.

Este hermano es la cabra, fue el primero en plantear las teorías filosóficas de la serie por su habilidad, preguntas que en realidad te dejan pensando y debido a la naturaleza del personaje, no son mafufadas sin sentido. No lo menciona tanto en la historia, pero sus acciones reflejan demasiado todo lo que representa, quiere ver cuáles son los límites de todos los compuestos del humano y ve en Yuji a un gran conejillo de indias, fue el autor de casi todas las tragedias del personaje al inicio de la obra, y llevo a cuestionar la moral del protagonista, e incluso cambiarla, no en un giro de 360 grados, pero hizo que en realidad se diera cuenta de qué es lo que estaba mal con sus pensamientos, y que no se podía vivir así.

Es un chico que inicia como un protagonista con una vista general de la vida muy similar a la de demás protagonistas de la demografía, quiere que todo sea pulcro, y bello por así decirlo; representado principalmente por su idea de la muerte digna. A lo largo del tiempo se da cuenta de que esto es imposible, esta filosofía no puede ser sostenible ni para él, ni para los demás, ya que el dolor es mucho más certero, por atribuirse la culpa de muchas desgracias. A pesar de todo, su personalidad más alegre hace que los demás se den cuenta de lo genuino que es su deseo, y que él, a pesar de estar unido a una maldición, es una buena persona que no merece ser juzgada únicamente por sus circunstancias. Con el tiempo, el se vuelve más serio y estoico; ya que acepta este lado malo en las cosas buenas y el lado bueno en las cosas malas, sigue luchando por la maldición que le dejó su abuelo, pero lo hace a su modo, y con su propia filosofía, ya que, obviamente le siguen doliendo la muerte de amigos y de la gente en general, pero lo ve como una parte de un bien mucho mayor, tal y como se ve a sí mismo.