Review of Batman v Superman: Dawn of Justice (2016)

Si la anterior película hablaba sobre recobrar la fe mediante un ser cuasidivino, pero que carga el potencial de la humanidad en su interior; Batman v Superman viene a cuestionarla explorando la completa oscuridad que habita dentro de nosotros.

Aunque aparentara competir con su "contraparte" en el MCU, lo cierto es que esta obra tiene toda la justificación temática para realizar el enfrentamiento con Batman. Él no es el luminoso Caballero de la noche de Nolan. Es un monstruo nocturno, y su roto código moral representa una visión agónica de la vida: el que fue en algún tiempo un ideal, se ha convertido en un delirio marchitado por el tiempo y la violencia. Su personaje se complementa perfectamente con Luthor, quien por similares razones elabora todo un plan para "matar a Dios", o lo que él cree que es Dios.

Porque de esto va la película en el fondo. Los humanos podemos tener esperanza y creer, sí, pero nuestros demonios internos nos hacen proyectar incluso en esos ideales de salvación todo el rencor, todo el miedo y el dolor que sentimos. Si es un Dios, ¿por qué no nos ha ayudado?, ¿por qué toma partido de unos pocos? ¿por qué nos ha abandonado? Todos asumen lo peor de Superman, porque en el fondo es lo más grande que pueden imaginar, y eso los aterra.

Pero esa divinidad nunca se trató de no sangrar. Existe un poema cristiano muy bello que dice lo siguiente: "Los otros dioses eran fuertes; pero Tú eras débil. Ellos cabalgaron, pero tú tambaleaste hacia tu trono". Superman sangra, porque es humano. Y eso no le quita el ideal que es. "Martha", la esperanza, "no morirá esta noche" son las palabras dichas por Batman, porque él ahora ha visto que ese Dios es tan humano como él, ese Dios está también en él. La posibilidad de creer que el Hombre puede ser bueno. De que podemos ser más.