Una cinta muy bella y ambiciosa, que sin embargo podría estar más pulida. La modernización del escenario se presta para un mejor desarrollo del mensaje de desobediencia, el cual encapsula la experiencia de la infancia mejor que otras adaptaciones. Sin embargo el ritmo, si bien no desastroso, perjudica bastante la experiencia. Los diversos hilos argumentales atiborran el metraje, y varios de estos resultan subdesarrollados o de plano interrumpen el desarrollo de otros mas interesantes. Varias de las temáticas, la muerte, la guerra, y los elementos mas esotéricos resultan así algo superficiales.
De todas formas, estos elementos se entorpecen entre si principalmente, y no descarrilan la temática principal de la cinta, la relación padre-hijo entre Geppetto y Pinocho. Es sencillamente conmovedora, y es el apartado en el que la cinta excede. La versión de Disney, con todos sus méritos, limitaba este aspecto al centrase mas en el mensaje, ademas de verse condicionada por su corta duración, lo que no esta presente aquí. Ambos personajes se encuentran sujetos a desarrollo, y su crecimiento se da de forma natural y emotiva.
El giro al mensaje original, si bien no estará exento de polémica, funciona en esta versión particular, y ofrece una mirada fresca y, hasta diría necesaria, sobre la crianza de los niños en el mundo moderno. Al final, el disfrute de la cinta recaerá en si uno logra comprar los cambios argumentales, y si se siente afecto por las ideas y filosofía de Del Toro, mas, como espectador, uno obtendrá una montaña rusa de emoción, ademas de un deleite por la artistría.