
Cosmovisión feminista latinoamericana, uniformizada con todos los clichés sobre Frida, la revolución que fue machista, el sexy barbudo artista que sucumbe a los generales brutos. Como si el personaje ya tuviera la conciencia del final de la historia, desde sus impulsivos 15. Sí rescato que muestre un dejo de amor y de apego por interés (quiere ser primera dama) a su marido monstruo. Ese lado de la relación es lo mejor de la película.