Interesante mediometraje de la vida cotidiana de un grupo de jóvenes de un barrio del sur de Londres. Todos ellos tienen el centro de reunión en un club juvenil, el "Alford House", donde organizan sus actividades y diversiones: charlas, excursiones, buena música y baile, mucho baile.
La cámara presenta, con apariencia improvisada, a algunos de sus miembros, de ambos sexos, y a lo largo de la cinta los va descubriendo tanto en sus ocupaciones diarias como en sus actividades de ocio del fín de semana. Recién atravesada la adolescencencia, la mayoría de ellos trabaja y sólo una pequeña parte continua con sus estudios. Son chicos de clase trabajadora y, sobre todo, jóvenes "de barrio": algo de lo que se sienten muy orgullosos y proclaman, con fuerte acento cockney, incluso a modo de típico cántico inglés mientras se trasladan en camión a ver un partido de cricket. La película es por tanto casi un reportaje, un excelente documento de finales de los 50 y del comienzo de una época social mucho más dinámica.
Cinematográficamente se considera a "We Are the Lambeth Boys" como una avanzadilla del Free Cinema y también uno de sus documentales más emblemáticos, junto a otros del propio Reisz o de colegas luego tan famosos como Lindsay Anderson o Tony Richardson, entre otros. Realizadores que descubrieron al espectador inglés que existía otra juventud, otros ambientes y, en definitiva, otra sociedad menos conformista y autocomplaciente como la que la gran pantalla le había ido mostrando hasta ese momento.
-Crítica Nº 9-