
(Des) Siempre Cronenberg me apasiona, aunque en tono menor como aquí, pero Cassel se juega la vida y la muerte, con sus perversiones tecnológicas, el espionaje internacional confundiéndose con su culto por le cuerpo que decae después de muerto (Cronenberg no se rinde, ahora sigue estudiando el cuerpo hecho cadáver¡)