
(OK) Verhoeven hace de las suyas, es atrevido, revulsivo, intrigante, sorprende (Krabbé, impecable en su tormento alcohólico, con casi permanente tembladera, obsesionado por otro hombre a quien ve colgado en la cruz, vaya imagen y escena) , dándole la vuelta al thriller, jugando con dimensiones y tiempos...más chabrolanao que hithcockiano