
(OK) Olmi hace de las suyas, te metes en el tiempo campesino donde cada historia tiene un peso y un eco y unos elementos especiales alrededor, el viaje a Milán era necesario para poner el campo en perspectiva, la solidaridad con sus límires y alcances encanta, más bien es un sordo compartir viendo que una familia se va porque cortaron un troncopara hacer el zueco del chico que caminaba a la escuela (ahí se redondea todo)...