
(OK) El síndrome de la protagonista renuente, que fuerza obstáculos a su participación activa (a pesar de que es investigadora y se reúne con la madre de su objeto de investigación) no malogra lo fascinante del monstruo conmovedor (gran alegato de la abogada) y el quiebre de la investigadora también madre y con pareja blanca, compensa.