(OK) Lo mejor de Wenders en este siglo. Tokyo, donde respiraron los personajes de Ozu y Kurosawa, ahora con sus baños modernos para limpiar con técnicas que no cambiaron mucho, es buen lugar para este ermitaño que no se revela contra nada, que conserva sus hobbies anacrónicos (cassettes musicales, fotos de rollo óptico) y que es feliz con soundtack...o no lo es del todo, ahí está el detalle dela perfeccción