Review of Indiana Jones and the Dial of Destiny

Ayer vi Indiana Jones 5, no es gran cosa...

La primer mitad de la película consiste (en parte) en algo que había dicho una Review de esta antes de su estreno: "Vemos a Indiana Jones como un anciano roto e indefenso que se esconde en un rincón mientras su ahijada condescendiente toma la delantera". Las escenas de acción no fueron gran cosa, se asemejaban más a una película estándar de Hollywood. La comedia estaba bien, pero no era particularmente divertida. En general lo posiblemente entretenido de las secuencias era opacado por el hecho de que Indiana ahora es débil, está triste y no puede hacer más que añorar otros tiempos de gloria. Creí que la película no iba a gustarme, pero eventualmente me di cuenta de algo...

Esto en definitiva ya no es Indiana Jones, pero quizá, no pretendía tanto serlo. En la segunda mitad llegamos a la secuencia en la que el villano encuentra el artefacto principal de la película. En ningún momento es la "máquina del tiempo" de Arquímedes algo tan impresionante como el Arca de la Alianza, el Santo Grial o incluso, la Calavera de Cristal. El misterio tras el artefacto es poco, y el interés de Indiana por él en un inicio es nulo. Su razón de ser termina siendo más bien, lo que el villano quiere hacer con él; Cambiar el pasado. Lo mismo que Indiana, quizá incluso lo mismo que la deuteragonista...

Esto no es una película que pretenda repetir las glorias pasadas de la franquicia, algo que la Calavera de Cristal sí intentó hacer. Es más bien un epílogo. Un Indiana no en su gloria otra vez, si no después de su gloria, intentando volver a ella, pero siendo incapaz de hacerlo. No es algo que le podría gustar a un fan de Indiana Jones que únicamente quiere ver algo divertido, pero sí a uno que extraña películas como estas, y desearía que volviesen a existir...

Como fan de Indiana Jones desde niño, quizá desde los seis años incluso, al que le cautivó la acción, el personaje, la comedia. Y no ha dejado de amar al franquicia por el resto de su vida, esta película es todo lo que necesitaba e incluso más que eso. Al terminar la película, acabé con lágrimas en los ojos por todo el final y los créditos. No volví a emocionarme ni divertirme como lo hice de niño con Indiana Jones, pero sí pude despedirme de la franquicia como adulto. Para eso es esta película, para poder despedirse, no desde los ojos de volver al pasado, si no desde los ojos de recordarlo. De ver a un Indiana "débil y roto", pero porque ver películas en el cine actualmente se siente un poco como eso, y la película va sobre eso precisamente.

La última vez que se prometió en los cines un "regreso triunfal" de una franquicia así de amada fue con Star Wars. Esas secuelas fueron películas patéticas. Se podría decir que igualmente eran "débiles y tristes", pero por lo tanto que se despedazó esa promesa. En esta película pasó algo diferente, es triste, pero porque Indiana y compañía están conscientes de que ya no son jóvenes, y ya no es la época en la que las aventuras emocionantes sucedían. La acción es algo débil, la comedia no es muy divertida, pero en parte porque el propio Indiana no está disfrutando esta nueva aventura, no quiere estar en ella...

Al final, sin embargo. Eso está bien. Indiana vuelve a ser feliz no porque volviera a tener una aventura, si no porque acepta que ya pasaron esas aventuras, y por eso el presente está bien. En ese sentido, esta película prepara más al hecho de que ya no vuelvan a haber películas de Indiana, y, muy probablemente, una nueva película con Harrison Ford. No se trata de querer emocionarse como un niño de modo perpetuo, se trata de aprender a aceptar que eventualmente las cosas no serán como lo fueron alguna vez, pero puedes seguir amándolas y amar la vida, aun si no es por las mismas razones.

Ver a Harrison Ford volver a actuar en su último rol y ver todas las entrevistas sobre este, despidiéndose del personaje, e incluso llorando tras los aplausos en el festival de Cannes, son de lo más hermoso que jamás podría ver. Es un adiós a el como actor, él mismo lo ha dicho. Un adiós a sus personajes, un adiós a lo que significó para todos nosotros. Pero eso está bien también...

Lo que significa esta película es quizá más de lo que es en sí misma, aunque tampoco sería justo decir que lo que significa no es parte de la película en sí también, solo depende mucho de el cariño que tengas por las pasadas. En ese sentido, no saben cuánto significó para mi. La amé, amé cada segundo al final. Incluso cuando no estaba seguro de si me estaba gustando, terminé por aceptarlo. Es la última vez que veré a Indiana en la gran pantalla, la última vez que veré una de sus películas como nueva, y, al final, realmente amé cómo terminó, la amé como epilogo, amé su villano, y amé su conflicto a pesar de no ser "grandioso". No necesitaba ser más de lo que fue. La película duró dos horas, pero sentí menos de una hora en el cine. Terminó y me dije "¿ya acabó, esto fue todo?". Quería otra hora más, dos horas más, mucho mucho tiempo más. Quería quedarme aunque fuese por un momento, un poco más con estos personajes, con los que crecí y a los cuales amé, sigo amando, y seguí amando en esta película. Con los nuevos también, incluso con la "ahijada condescendiente", que en realidad termina aprendiendo a querer a los demás, y a demostrar su amor por los demás...

No tengo mucho que decir realmente. Solo, gracias a todos los que hicieron esta película.
Gracias a todos los que hicieron esta franquicia.

Y gracias, muchas muchas gracias a Harrison Ford, por darnos una última oportunidad de ver a su personaje. Al inicio como un "viejo triste", pero después como uno que aprende a vivir como nunca, y que por ende, me hizo tan tan feliz.

Gracias, gracias, gracias...