
Como toda película antigua de Walt Disney (la época en que él vivió) Alicia en el país de las maravillas luce muy infantil, a veces muy absurdo, pero para los adultos carga con un peso filosófico, y no dudo que para los niños también conforme vayan creciendo. Sea porque está basado en un cuento inspirado en el mito de Perséfone, o porque verdaderamente se creó con la consciencia de su implicación filosófica (yo creo que es la segunda), Alicia termina tratando muy certeramente un tema de identidad y realidad. No por nada ante el gusano Alicia dice "he cambiado tantas veces que ya no recuerdo quién soy..."