La animación Europea está a un nivel de filosofía que anhelaría tener la animación occidental en gran mayoría. Fantastic Planet es una de estas obras de culto, que tras tal denominación, esconde temas profundos sobre identidad, naturaleza humana y jerarquía.
Está muy escrito al estilo de un libro clásico. Todo sirve en función de lo simbólico, y en ese sentido es perfecta. Ahora, la animación le da un toque que la eleva todavía más, aun si rústico, los mundos surrealistas dan peso a las temáticas sobre formas de vida conscientes.