El mensaje es muy sencillo para una película tan compleja en técnica, sin embargo creo que a su vez, ahí se encuentra parte de lo más poético a nivel metatextual.
"Una pequeña cosa, tal como un clavo; O una pequeña persona, tal como un zapatero, pueden acabar con grandes eventos, tales como guerras". Quizá ese mensaje sea más valioso de lo que se da crédito, y es la razón última de por qué Richard Williams pasó al rededor de 40 años elaborando esta película. Porque paradójicamente, mientras transmite sobre la simpleza, esconde en la técnica una complejidad nunca antes vista en animación.