
(MU) El juego de dos tiempos no es rico, no interactúa bien, pero el retrato de Rosario sí es complejo, independiente y fémina consecuente, pero atada a su romanticismo. Su hombre no es culpable, su hijo no es deseado, es ella y su pasión de amor algo loco; minimalista pues poco se desarrolla más allá de la relación...