Review of Avatar: The Last Airbender

Para estándares de animación occidental es difícil ver algún trabajo complejo o siquiera con una historia lineal. Parte porque el estigma de animación para niños y parte porque maniobrar todo el trabajo de crear una animación con un punto a y un punto z desde el vamos es laborioso cuando el medio se caracteriza por rotar los escritores por capitulo. Por ello no es de esperarse que Avatar The Last Airbender haya destacado tanto al punto de ser considerada no una de las mejores animaciones occidentales de la historia sino de las mejores series de todos los tiempos.

Si bien no considero a Avatar una serie que pondría en un top 10 de animación viendo lo que se ha hecho con el anime, más cuando tenemos cosas como Fullmetal Alchemist que son en esencia lo mismo, pero incluso más complejo, maduro y crudo, por lo menos viniendo de una serie dirigida a los niños lo logrado no es de poner en duda.

Uno de los mejores puntos a favor es el apartado visual, es animado por coreanos ¿qué se puede esperar de ellos? La animación es fluida la mayor parte del tiempo y los fondos son detallados. El diseño de personajes es una mezcla entre estilo anime y estilo de comic estadounidense, es como si se dieran cuenta que el estilo anime occidental era mierda así que prefirieron quitar los elementos malos y rellenarlos con los de los comics, excelente jugada, no es lo suficientemente web para espantar a los occidentales, pero tiene el elemento asiático que atraerá a los otakus, todos ganan. La parte de mayor mérito es como mantuvieron esta calidad mientras de seguro otras series como Naruto se estaban transmitiendo al mismo tiempo y se veían de la mierda en comparación.

La banda sonora es otro gran plus por sus composiciones sinfónicas que unen con elementos asiáticos, ambienta bien y acompaña a cada escena de una forma espectacular.

La estructura de la serie se divide en tres arcos argumentales o libros, cada libro está diseñado de tal forma en que logras conocer tanto el setting como los personajes y la historia principal. El método es usar una narrativa pseudo-episódica, de este modo se logra construir de mejor forma eventos que a primera instancia parecen inútiles pero que en verdad ayudan a conocer al mundo y los motivos de ser como es.

La estética es una mezcla de diversas culturas mongoloides, desde asiáticas hasta precolombinas. Las tribus del agua están basadas en grupos tribales como los inuits, los siberianos y los nativos americanos del norte. Los nómadas del aire son budistas. La nación del fuego es inspirada en japoneses y coreanos. Por último, el reino tierra se basa en los chinos. La forma en que los cuatro elementos toman inspiración de naciones reales ayuda a que logremos comprender las diferencias culturales que existen. Ningún grupo posee una filosofía combatible, cada uno tiene un estilo de vida adecuado al elemento que forman parte.

Los nómadas son pacíficos, la nación del fuego es imperialista y expansivo, el reino tierra es represivo, aislacionista y controlador, y las tribus son unidos y tradicionales. En efecto cuando pones en contacto a estas civilizaciones se forma un choque cultural que la serie busca explorar. Por ejemplo, los nómadas del aire se caracterizan por su pacifismo, cosa que decayó en su exterminio por parte de la nación de fuego, las tribus agua son unidos y, valga la redundancia, tribales en contraste con el super-individualismo de la nación de fuego. Ejemplos como estos son remarcables a lo largo de la serie.

Los poderes funcionan similares, no son mera magia, son una filosofía, dominar un elemento sólo es posible si se logra entender sus principios, algo exclusivo de unos grupos. Ser gentil, rudo, alzado, sentirte uno con el elemento, mierdas hippies semejantes ayudan a comprender mejor el estilo de vida de los maestros.

La premisa en sí es muy intrigante, pese a que la idea de un avatar, un mediador entre las cuatro naciones, lo que sería lo mismo a ser el elegido de la paz, me parece una mala idea siendo que es un ser humano cualquiera que puede ser manipulado o derrotado con astucia, aparte que repito, es el elegido y nadie le puede hacer frente, el caso de Aang es diferente. La premisa es una subversión de este tropo del elegido, la mayoría de las veces todos verían a Aang como el salvador, el mashiaj, pero debido a un descuido suyo duró cien años congelado. El resultado, ahora la gente perdió la esperanza y ven a los avatares como una decepción, alguien de quien no puedes confiar o mera charlatanería.

Esos hechos vuelven al conflicto de Aang interesante, el chico debe recobrar la confianza de los millones que decepcionó. Es más, un arco de redención y responsabilizarse por su descuido. Que el personaje sea un niño hace que esta acción tenga incluso más fuerza, no es una tarea fácil ser avatar y que el mundo esté en tus manos. Por otra parte, el personaje es también trágico cuando recuerdas que es el último de su raza. Por suerte el personaje no es enteramente depresivo, sigue siendo jovial, juguetón e híper-activo, algo que complementa con su lado más oscuro.

El primer arco, el libro agua, introduce muy bien los elementos que les menciono. Conocemos bien a nuestro personaje y su objetivo, la forma en que el mundo ha entrado en un trance de desesperanza, las barreras culturales y las cicatrices y heridas causadas por la guerra. La premisa de guerra justificó excelentemente la personalidad de los otros dos personajes principales:

Katara pese a ser una chica joven tuvo que fungir como una especie de figura materna. Como resultado, resulta muy sobreprotectora, estricta y ordenada, pero con arranques de ira bastante turbios debido a la pérdida de su madre, el abandono de su padre y su odio a la nación del fuego por las bajas que causaron a ellos.

Sokka por su parte es más infantil, no tiene poderes a diferencia de su hermana, lo que le da cierto complejo de inferioridad que pese a ello es un chico que desea ser un hombre y no depender de ella. Complementa también con su personalidad sarcástica y burlona que muchas veces le sale mal y termina como chiste del grupo por sus cagadas.

La mayoría de las veces no me gustan las narrativas episódicas, pero en este caso al menos logramos ver más de lo que se podría si la historia fuera de lleno con su trama. Cada capítulo trataba de temas diversos relacionados al pensamiento de la nación del fuego y la guerra. La serie clarifica que, si bien la nación del fuego empezó la guerra, muchos de sus ciudadanos son pacíficos y víctimas de atentados por parte de terroristas que los quieren fuera pese a ser inocentes. Que las tribus de agua tienen sus cagadas como desvalorizar a las mujeres o ser tercos por su exceso de orgullo a sus tradiciones, etc. Ok, esto es algo liberal para mi gusto, pero hey, hace un punto, no mates a los que no tienen nada que ver y no desvalorices a la gente por su género, en especial si es un tanque de guerra. Tampoco la serie dejó a un lado lo concerniente al choque entre lo industrializado contra lo natural, tanto por la nación del fuego y su avanzada tecnología o con los problemas que tuvo Aang con unos ingenieros que destruyeron su herencia.

Lo bueno no acaba ahí, la narrativa de echo es perfecta para construir su mundo, a cada nuevo episodio conocemos más sobre las distintas poblaciones en las naciones, la actitud de los pueblos ante la Nación del Fuego y su reacción al encontrarse con el Avatar. Por otra parte, eso ahonda en la relación de los avatares del pasado con dichas sociedades al punto de ser prácticamente deidades e ídolos. Con esto dicho podemos notar la importancia del Avatar como el que regulariza el balance y que nadie se desvíe, y con desviados nos referimos a la Nación del Fuego.

En parte relacionado con los temas del contraste cultural, eso hace interesante a la serie ya que implica una lógica racial o étnica que hace a la Nación del Fuego más propensa a la guerra en compañía del Reino Tierra. Ver a una etnia entera ser la responsable de tal maldad como para orquestar un genocidio y someter a millones por mera filosofía de vida, es algo más elevado a tu típico imperio malvado.

Eso nos lleva a hablar de otros temas más relacionados a la vida real, cualquiera que haya estudiado la historia de Asia del Este sabe que es una de las más jodidas de la historia de la humanidad. Tan sólo leer los miles de genocidios, guerras civiles y las diferencias y enemistades que ha habido entre chinos, japoneses, coreanos, siberianos, mongoles, turcos, tártaros, malasios e indochinos te dan una idea de la personalidad de esos pueblos. Todo eso plasmado en la serie y hasta cierto punto criticando dicha actitud. Sin embargo, la serie no desprecia del todo a La Nación del Fuego dotando de caracteres redimibles a su grupo.

Zuko, el aparente adversario de Aang está justificado en su forma de ser. Pasado trágico que lo hace buscar desesperadamente al avatar para restaurar su honor. Es un mocoso explosivo y amargado por ello, sin embargo, tiene sus momentos de verdadera humanidad, no es un sociópata edgy a lo Sasuke, de hecho, Zuko podría ser nombrado como Sasuke bien hecho al apaciguar su ira en compañía de su tío quien lo aconseja y ayuda a pensar. Por otra parte, su enemistad con Zhao y su relación con el avatar al punto de salvarle la vida le da una personalidad más gris de lo que parece.

El tío de Zuko, el general Iroh, es otro antagonista atípico. Pese a seguir el mismo objetivo de su sobrino presenta una personalidad juguetona y amistosa a la par que sabia y burlona, es un samaritano en todo el sentido de la palabra.

El villano principal de este arco también fue interesante por su estrecha relación con Zuko. Zhao es un hijo de puta de los buenos, jodió al ex-principe, hizo un atentado terrorista para sacárselo de encima, jodió a Iroh, invadió la tribu de agua del norte y por poco desató el apocalipsis. Ok, sigue sin tener motivaciones, pero sus actos macaron un antes y un después en la serie, algo que pocos personajes serían capaces de lograr.

Y hablando del fin del mundo, el final del arco fue bastante satisfactorio, es una literal batalla final entre cientas de tropas de fuego contra una ciudad entera. Y, de hecho, la Nación del Fuego técnicamente ganó esa batalla y causaron un daño tremendo. Por poco destruyen el mundo asesinando a la diosa de la luna y la princesa de la tribu del norte se tuvo que sacrificar, lo que aunado a su relación con Sokka lo deja destruido por perder a su pareja, a pesar que el romance no fue propiamente construido por su poca duración, aunque su impacto no es de cuestionar.

Esto marcó también el final de Zhao quien es asesinado por el dios del mar por asesinar a su esposa. Y con su muerte también hay un cambio en el destino de Zuko quien ahora es visto como un fugitivo junto a su tío. Que los villanos cambien su objetivo fue suficiente para que Zuko se replanteara sus objetivos y tuviera dudas sobre lo que hace por sus ansias de recuperar su honor, lo que choca con la actitud de su tío quien lo apoya, ante todo. Por todo lo dicho este libro por sí mismo sería un 8/10.

El segundo libro re-direccionaría su atención al entrenamiento de Aang en el arte del Earthbending o Tierra-Control. En el primer libro se tocó más que nada las culturas de Waterbending o Agua-Control, pueblos de no-maestros (hagoyim) y la enemistad entre las Tribus de Agua y La Nación del Fuego.

Esto hace que la serie se sienta fresca y expanda aún más su lore. Una gran ventaja que tiene este libro frente el anterior es su linealidad. Hay menos momentos episódicos y más trama en comparación. Ahora nos es introducida formalmente el personaje de Azula, princesa de la Nación del Fuego y hermana y rival de Zuko, en compañía de sus secuaces. Este personaje es bastante competente, manipuladora y atrevida. Es incluso más peligrosa que Zhao, el tipo que por poco destruye el mundo.

Otro personaje introducido es Toph, una niña ciega con unos poderes de Earthbending enormes que pasa a ser parte del grupo luego de un imprevisto que tuvo con sus padres. Por una parte, el personaje se vuelve vital en el aprendizaje de Aang y es insanamente hábil en combate. Por otra parte, el personaje no se resume en ser útil al tener una personalidad que contrasta con la actitud de otros personajes y diversifica las relaciones con los personajes. Siendo egocéntrica, alzada, despreocupada y burlona, y claro, tiene sus conflictos por querer probar que puede ser fuerte o el como la ven los demás. Tampoco es tan pronunciado frente a los demás personajes para el caso e igual es otro de esos personajes que son vitales de ahora en adelante.

La serie mejora lo relacionado con la filosofía de los pueblos, aprendemos la relación entre el Reino Tierra y su choque con los Nómadas del Aire, el valor de que cada pueblo tenga su propio espíritu y las ventajas que tienen estudiar los elementos ajenos con tal de maximizar el elemento propio, como es el caso del poder manejar la electricidad, derivada de aplicar filosofía de Waterbending con el Firebending.

El otro gran plus y uno que añade como ningún otro viene en forma de lo insanamente represivo que es el Reino Tierra, fácilmente lo podemos llamar el 1984 de la animación occidental. No sólo hace ver mal a este pueblo, sino que uno puede sentir más admiración de la misma Nación del Fuego. Hay burocracia a un nivel deshumanizante, no entienden de sentimientos y actúan por puros protocolos, hay represión social al punto que censuran y reprimen menciones referentes a la guerra o la Nación del Fuego, hasta hay control mental, desapariciones y castigos horribles si se rompen las reglas. Venga, es obvio que sacaron inspiración de la China actual, no me impresionaría que esta serie la hayan prohibido en ese país luego de esto.

Lo peor no es tanto el insano nivel de represión al grado de lo masoquista o el extremo clasismo y pobreza en la sociedad de Ba sing se, lo peor es que esto es una extensión de la mente de los pobladores del Reino Tierra, es así que los regentes creen que debe dirigirse la nación. Es como en la vida real cuando los chinos alaban a Mao Zedong, algo que aparentemente está regido por la forma de pensar del individuo.

el libro no sólo es una crítica así de fuerte, la serie aumentó su epicidad. La mayoría del arco va sobre llegar a Ba Sing Se, algo que da un objetivo a largo plazo más claro a diferencia del libro agua. La travesía está llena de momentos increíbles como cuando a Appa, el bisonte de Aang, es secuestrado y maltratado en un circo del Reino Tierra, cosa que enloquece a Aang y lo lleva a superar esa enorme perdida. Eso hace del viaje más retador por ahora tardar más tiempo yendo de A a B.

Aparte de ello, el asunto de Azula buscando penetrar en Ba Sing Se con un taladro gigante es uno de los momentos más épicos y divertidos de la serie, o su posterior manipulación que pondría a los ninjas de elite de Ba Sing Se a su disposición porque, bueno, son una etnia que se deja guiar sólo por el poder y la voluntad, algo que la Nación de Fuego tiene a raudales.

Zuko y Iroh por su parte prosiguen como fugitivos y el primero aprende mucho sobre el valor de la paz de su tío, luego del montón de cagadas que le pasaron: perder su puesto, ser perseguido por su propio pueblo, haber cometido actos deplorables como robar un animal o quemar por accidente un pueblo entero, este cambio para él es bastante para su personaje.

Otro personaje que vuelve a aparecer es Jet, el terrorista del primer libro, ahora queriendo vivir una nueva vida, pero siendo perseguido por su resentimiento a la Nación del Fuego, lo que lo mete en problemas. Su arco de personaje ahora es más prominente y cumple un papel protagónico. Este personaje ayudó a que los personajes supieran el paradero de Appa y los oscuros secretos de Ba Sing Se y fue vital para explorar la forma en como Katara asimila el resentimiento y la confianza, cosas vitales para la Tribu del Agua y que culminaría con su muerte y el lamento de Katara.

Sin embargo, aquí tenemos uno de los primeros problemas de la serie, y es que Jet desaparece sin dejar rastro. Y bien, sabemos que está muerto pero su muerte no tuvo un peso tan importante a largo plazo. Quiero decir, entiendo que Katara no se quedará en estado de culpa por toda la serie, eso sería estúpido. Lo malo viene a que la serie deliberadamente decide omitir este evento tan crudo porque obviamente es una serie infantil dentro de todos los elementos perturbadores. En efecto esto vuelve a la muerte poco significativa, algo que pasó hasta cierto punto con otros personajes que, bueno, no están muertos de verdad, simplemente la serie omite este hecho o mete elementos espirituales para tapar la muerte, por ejemplo, Zhao no está muerto tal cual, sólo fue arrastrado al mundo de los espíritus, y la princesa de la tribu del norte tampoco, ahora es una con la luna, lo que da igual porque ahora no es la misma, pero creo que ya entienden. Es infantil y no le da el peso que amerita a un conflicto bélico como este.

Con todo eso tampoco voy a quitarle todo el mérito cuando el final que tuvo es el mejor de toda la franquicia siendo una decepción de los protagonistas. Al final Aang intenta despertar su estado Avatar hasta que renuncia a ello cuando ve a los demás en peligro. Eso concluye con su derrota a manos de Azula quien lo declara muerto, con ayuda de Zuko por supuesto quien decide volver a como era antes con remordimientos por haber traicionado a su tío. Los héroes lograron sobrevivir por poco, sólo para ver a Ba Sing se ser conquistada y a sabiendas que varias de sus amigas están en prisión por culpa de Azula, esto en especial se vuelve devastador para Katara por confiar en Zuko, lo que les trajo desgracias al final.

Por ello este libro merece fácilmente un 9/10, la relación entre las naciones es más explorada que nunca, el conflicto se llena de más matices, el desarrollo de los personajes es mejor al meter conflictos con las relaciones de los personajes y la confianza entre ellos, la crítica con el Reino Tierra es fantástica, el final es atípico, oscuro y con mucha carga narrativa y la trama y el setting son más desarrollados que nunca con todos los detalles en el funcionamiento de Ba Sing Se. Esto es lo más lejos que estuvo Occidente de tener a su propio Fullmetal Alchemist, aunque no es como que pudiese ser igual de buena cuando la muerte de un personaje de un capitulo como Nina Tucker tiene más peso en los personajes que todo lo que ha hecho Jet o que no puedan matar personajes en verdad, sino que meten mierda mística para cubrirlo.

El tercer libro, el libro fuego, continua con las secuelas del libro tierra, ahora medio mundo piensa que Aang ha fallecido, movimiento que es aprovechado por ambos bandos para avanzar sus estrategias. La Nación de Fuego aprovecha este movimiento para destruir incitaciones de revolución mientras los héroes aprovechan la movida para encubrir su ataque a la capital del fuego durante un eclipse solar. El gran twist es que los líderes del fuego sabían lo tramado así que usaron su ciudad como un cebo para el ataque y joder a los rebeldes. Es un movimiento con sentido ya que sabían lo que haría el eclipse.

Capítulos anteriores a ello se fue armando esta confrontación tanto militar con psicológicamente con nuestros protagonistas. Aang a sabiendas que será una sorpresa quien enfrentará al señor del fuego desarrolla complejos y ansiedad por no ser útil en la manera que era antes y por tener que matar al señor del fuego, lo que le trae un conflicto moral viéndose desafiada su visión pacifista.

Zuko por la traición a su tío se vuelve más depresivo y arrepentido hasta que decide remediar su cagada ayudando a los héroes. Lo bueno de esta relación que se da entre los personajes es su lenta progresión con cada uno de los personajes para que lo perdonen. La química se siente natural y sin la típica mierda del poder de la amistad. De hecho, el personaje necesita arriesgar su vida múltiples veces para que sepan que está de su lado ahora. Y no es como que dejar el trono fuera fácil para él viendo que dejaba su novia y a su tío quien desapareció. Y claro, su nuevo ideal de querer destronar a su padre y re-direccionar el curso de su nación es algo noble y pragmático.

Katara por su parte se vuelve más impulsiva y hasta maliciosa o psicopática viéndose en la necesidad de usar sus poderes para cosas que ella no haría antes. Aprender sangre controlv no sólo expandió en las capacidades y creatividad del waterbending, también cambió al personaje como lo vemos cuando desea asesinar al tipo que mató a su madre o cuando dice ser capaz de aniquilar a Zuko si cualquier mierda ocurriese. Por suerte no se terminó de convertir en un monstruo y regresa a su estado normal sin perder esa determinación casi asesina.

Sokka incluso tiene un arco de aprendizaje en que aprende a ser mejor con la espada, lo que conlleva un cambio en su mentalidad para ser más diestro y maduro. Aparte de querer demostrar que es un gran líder mostrando una gran madurez en todos los eventos, alejados del engreído cabeza hueca de los primeros episodios.

El único personaje que no cambia en este punto es Toph, pero al menos su relación con los demás personajes es reforzada y el personaje se vuelve también indispensable para los eventos.

En términos de narrativa y construcción de mundo este libro es el mejor de todos, la escala de eventos es muy superior al reunir a varios personajes de libros pasados haciéndoles partícipes de la invasión, varios eventos que en primera instancia parecían curiosidades son reveladas como el grupo al que Iroh pertenece y su valor en el mundo. Incluso en su primera mitad episódica se muestra la visión patriótica al punto de la disociación con la realidad de la nación del fuego, cosas tan simples como reescribir la historia a conveniencia o recrear en teatros la victoria de los villanos revela mucho su funcionamiento.

Ahora, si bien hay muchas buenas cosas en este libro al punto que me encantaría darle ya el 9/10 y decir que es el mejor cartoon de la historia de la humanidad, o mejor incluso un 10/10, la verdad es que la serie sí que presenta unos errores graves para este punto.

Empecemos con el señor del fuego, el sujeto es un villano aburrido. Cuando pienso en algún villano final que es una mente maestra y alguien aparentemente proactivo espero que como mínimo presente alguna forma de ideología, personalidad dominante, motivación, etc. El señor del fuego no tiene absolutamente nada. Su abuelo quien se enfrentó al avatar de su momento al menos tenía una relación amistosa con este que fue degenerando en enemistad por sus distintas filosofías. Hacer algo tan simple como mostrar los mismos sentimientos que su antepasado le hubiesen dado mayor profundidad y motivación para hacer lo que hace ya que los señores del fuego tienen de por sí una filosofía expansionista, lo hicieron en el libro tierra, acá también pudieron pero no. En su lugar el sujeto es tu típico megalomaniaco que de todas formas sabes que no hará gran cosa.

Es hasta divertido de pensar como su hija Azula se vuelve cada vez más interesante viéndose ahora cayendo en insanidad mental producto de la traición de sus amigas, ser subestimada por su padre y burlada por los héroes, aunados a lo que aparentemente piensa su madre de ella. Al final hasta desarrolla esquizofrenia. Sin dudas haberla puesto como villano hubiera sido más interesante y productivo como lo hicieron en Final Fantasy VI. Pero no, prefirieron no darle más relevancia en su lugar.

Sin embargo, la gran cagada se la mandan con el deus ex machina de la isla tortuga dándole un poder borra-bending a Aang aleatoriamente. Es algo que nunca fue anticipado, no tiene sentido, no va con la mitología que se había construido de estos seres contradiciéndola en su lugar, y para rematar destruye toda carga moral para Aang ya que ahora no tendrá la necesidad de matar aun cuando otros avatares le dijeron que tenía que hacerlo ¿por qué entonces la maldita tortuga ex machina se apareció a otros avatares para concederles este milagro?

Vaya conclusión más decepcionante, y bueno que puedo esperar de una serie que no puede matar personajes directamente, sino que debe ignorar sus muertes. Pero estoy siendo muy duro, todo lo demás en el libro vale la pena incluso con la lección moral de mierda del final, por ende, se merece un 8/10.

Para concluir, Avatar pese a sus cagadas y limitantes es una serie redonda en mucho de lo que se propuso. Fácilmente entra en el top cinco de mejores animaciones occidentales en general y es de hecho la única serie de western anime que no me dio vergüenza. También sirve como prueba que el guión es lo que la gente más recuerda de la serie, no los efectos visuales y eso que hay muchos aquí y de alta gama. Esta serie fue planificada desde antes de realizarse y ya tenían un límite en sus capítulos. Básicamente es la misma historia de Fullmetal Alchemist en donde planificar es lo correcto, no hacer las cosas sobre la marcha sin idea de cuando terminar. Ahora me faltaría hablar del polo opuesto representado por su secuela, Avatar: The Legend of Korra, la que manda todo lo bueno de Aang al retrete. Por otro lado, más semejante a Aang está Prince of Dragons, otra serie hecha por uno de los guionistas de Avatar con estructura y construcción de mundo similar pero inferior en escritura y más cliché. Así que mejor quédense sólo con The Last Airbender. 

Apartado visual: 10/10

Dirección general 2/2 (great)

movimiento 2/2 (alto)

fondos 2/2 (con lore)

diseño 2/2 (variados con aspectos raciales marcados)

Efectos especiales 2/2 (mejores que el 99% de los animes)

Apartado acústico: 10/10

Actuación de voz 3/3 (profesional)

Banda sonora 4/4 (folklórico asiatico)

Mezcla de sonido 3/3 (excelente)

Trama: 7/10 

Base 2/2 (épica sobre detener un imperio malvado)

Ritmo 1/2 (lento)

Complejidad 2/2 (variedad cultural, étnica y filosófica marcada)

plausibilidad 1/2 al final se asspullean tontearías)

Conclusión 2/2 (cerrada)

Personajes: 9/10

Presencia: 2/2 (fuerte)

Personalidad 2/2 (todos)

Profundización 2/2 (todos)

Desarrollo 2/2 (todos)

Catarsis 1/2 (algo hipócrita, pero cerrada)

Importancia: 10/10

Valor histórico 3/3 (considerado el mejor cartoon de todos los tiempos, que hasta los fans del anime lo han visto)

revisita 3/3 (cuando sea)

Memorabilidad 4/4 (al grado de FMA)

Disfrute: 9/10

Más continuidad me hubiera gustado, pero la amé fuera de ello. 

Calificación: 8.5/10