El Topo es una película altamente surrealista y difícil de digerir. Pienso que son específicamente esas cualidades la que hacen que sea tan rechazada entre el público casual, y no los culpo, ya que este tipo de obras repletas de simbolismos, metáforas y con elementos confusos esparcidos por todo el escenario llegan a ser demasiado pesadas y poco atrayentes debido a lo complicadas que son de entender cuando se las ve por primera vez. Pero lo cierto es que, y al igual que otras obras como Serial Experiments Lain, esta película te invita a reverla y pensarla mejor una vez lo hayas hecho, por lo que no veo problema con el hecho de que sea rara o esté llena de metáforas porque, al fin y al cabo, es el trabajo reflexivo lo que la hace interesante.
La historia va de un hombre que, viviendo en un mundo lleno de degeneración y hedonismo, se embarca en un viaje para encontrar la iluminación espiritual, lo que se traduciría a buscar la felicidad.
Pues bueno, primero diré que me gusta la forma en la que se muestra al protagonista en primera instancia como alguien que, en un contexto tan podrido, se ve a sí mismo como un ''Dios'', o un ''mesías'' que viene a hacer justicia, para luego enseñarnos el cómo, en realidad, él era una persona que estaba ciega espiritualmente, que de tanto concentrarse en la degeneración de otros había descuidado a su propio ser, y a lo largo de la cinta se nos va presentando lo que en verdad es el protagonista: alguien a quien nadie ama por carencia de amor propio, alguien egoísta, alguien que disfruta de matar a sangre fría, y en resumidas cuentas, alguien vacío espiritualmente, a quien le hace falta un significado en su vida.
En el viaje de ''El Topo'' encontramos a Mara, una mujer que lo lleva a hacer trampa, a tomar siempre el camino fácil evitando lo que se supone deba aprender de los maestros del revólver, y nuestro protagonista precisamente le hace caso debido a que, en su afán por encontrarle un sentido a su vida, está dispuesto a hacer lo que sea para quedarse con la mujer, dando con esto un muy buen paralelismo con que mucha gente toma el camino equivocado al pensar que una chica les otorgará esa felicidad tan deseada al tomarla como un objetivo de vida. Y el protagonista, a medida que va pasando por diversas pruebas y extrañas experiencias, termina por darse cuenta que Mara era un veneno para su vida y era una de las cosas que debía dejar si quería alcanzar esa iluminación que tanto anhelaba. Y este desarrollo por el que va pasando ''El Topo'' es un proceso al que le vemos varias facetas, en las cuales se pasan por temas como el amor propio, la disciplina, el materialismo y hedonismo, la voluntad, el poder, o la relación/balance entre lo carnal y lo espiritual. La mayoría de veces estos temas, si no son representados con lo que le va sucediendo al protagonista, se nos son presentados a través de un alud enorme de metáforas y elementos simbólicos que a primera vista y sin contexto parecerían elementos random puestos porque sí, mas si se presta atención, se sacarán conclusiones con bastante sentido al respecto. Y esto último es lo que hace que tantos críticos (inclusive varios que me gustan) tachen de ''pretenciosa'' a la obra porque supuestamente ''no profundiza'' en lo que trata, y puedo responder con que me parece que tienen la raya mal pintada en el sentido de que se desvían del punto, ya que la mayoría apunta a que el metraje nunca ahonda en los asuntos cristiano-budistas a los que te hacen referencia, y no se me hace una crítica honesta ya que El Topo nunca pretende ser sobre cristianismo o budismo, sino que más bien ''roba'' o adopta sus elementos para aportar a las enseñanzas que se ven a lo largo de todo el viaje simbólico. ¡Y ese es el chiste! La película ES un viaje de por sí, un viaje reflexivo, que te llama a, valga la redundancia, reflexionar, a interpretar, y a prestar atención; el 99% de críticas negativas que le he encontrado a esta cinta están cargadas de argumentos que son producto de no haber atendido correctamente, lo que produce el malinterpretar no solo a esta obra en específico, sino a cualquiera que traiga alegorías variadas (y es que si eso ya sucede con obras súper simples, esta película no será la excepción, como es obvio). La línea del comienzo, la forma de ser asquerosa de los habitantes del desierto y de los maestros del revólver, el nombre ''Mara'', los anillos del inicio, los latigazos y los besos, la figura de mujer formada con granos, entre otros son algunos ejemplos de la cantidad exageradísima de alegorías que tira la película para transmitir sus ideas, y creo que hasta podría decir que se vale más de su lenguaje cinematográfico que del diálogo para hacerlo, sin llegar al nivel de 2001: A Space Odyssey, en donde el diálogo no aporta ni al 70% de las cosas que se nos presentan.
En el segundo arco, el protagonista es ahora un hombre cambiado, un ser que, al pasar por todo ese viaje ultra flashero, ha aprendido varias cosas. Ya no se tiene a él mismo en un pedestal en su mente viéndose como a un ''Dios'' que debe impartir justicia (cosa que luego se nos mostró que lo hacía más por satisfacción personal que por un tema de verdadero bien), sino que ahora es más fácil para él encontrar un objetivo en su vida; ahora, tiene un sentido más altruista, buscando ayudar a un pueblo de enanos a salir de una cueva y que puedan vivir libremente. Y esto me gusta ya que se lo usa como una forma que ahora El Topo tiene para alcanzar la felicidad: el convertirse en una figura de referencia y en un auténtico salvador para aquel pueblo de enanos y, con eso, pasar a ser alguien trascendente en esa comunidad al ser recordada su persona como un salvador y ser de inspiración para las próximas generaciones. Algo que realmente me gustó bastante y lo destaco verdaderamente como una muy buena enseñanza.
Sin embargo, esta forma de ser de ''El Topo'' no es algo realmente a seguir, ya que él se terminó volviendo alguien muy pacífico, que se fue al extremo con eso de volverse una nueva criatura y ahora aborrece la violencia; para luego darse cuenta, al ser testigo de cómo los enanos fueron asesinados, de que al final del día, la gente de mierda sí merece morir, y hay veces donde el uso de la violencia es lo más correcto, matando a todos esos degenerados y corruptos que nada de valor tenían para el mundo y lejos de eso, solo lo enchastraban más con su presencia. Finalmente, el protagonista acaba, en un acto simbólico, por prenderse fuego a sí mismo, en referencia a que su objetivo en la tierra, el alcanzar la iluminación espiritual y sentirse pleno consigo, se ha cumplido, y sin tener más por lo que vivir termina por suicidarse. Y al final todo este viaje de auto-descubrimiento, con un montón de temas inyectados a lo largo de todo su desarrollo, concluyó en un mensaje de que el significado de la vida es, en síntesis, alcanzar un estado de plenitud espiritual dejando con eso algo de valor en la gente que te rodea, rechazando el egoísmo, luchando contra el materialismo, y superando los deseos carnales para apelar a la espiritualidad y conseguir un balance perfecto en uno mismo.
El protagonista me gusta bastante. Es alguien de quién podemos ver cómo pasa por un montón de facetas y cómo psicológicamente se ve afectado en su desesperación por comprender lo que le es puesto en frente, con una buena caracterización, y con una evolución bastante bien marcada tomando en cuenta todo lo que experimentó a lo largo de su viaje con todas las etapas que tuvo este.
Un asunto que me deja genuinamente anonadado es el de la crítica a la sociedad que se hace sobre el segundo arco de la película.
En el film se muestra el cómo la población está sumergida en la degeneración y en diversiones banales debido a lo atontados que los gobernantes los tienen; les venden una religión para que así puedan tener una creencia a la cual aferrarse y con eso evitar que se enteren de toda la triquiñuela que hay detrás y, a la vez, de esa manera tenerlos completamente aborregados cual rebaño manteniéndose en el poder. Un interesante paralelismo con la forma en la que las sociedades secretas operan en nuestro mundo. Y claro que se presenta el cómo este susodicho gobierno no es para nada bienintencionado al mostrar el hecho de que su sistema en el que las mujeres son la mayor autoridad siendo tratadas como diosas y siendo sus decisiones las de más peso e importancia no funciona y solo representa decadencia para las masas.
La dirección general es realmente buena para lo que procura.
La manera en la que se las ingenia para colocar sus elementos alegóricos dentro de sus escenarios es genial, y esas raras escenas en la que se ven comportamientos extraños por parte de los personajes a fín de simbolizar algo están muy bien coreografiadas cumpliendo con su objetivo. El uso del apartado auditivo también es correcto, haciéndose de melodías que aportan al aura rara y espiritual que tiene la película. Para rematar, las actuaciones cumplen con su finalidad al ser los actores muy buenos retratando, con sus gestos y demás formas de expresarse, lo que buscan comunicar sus papeles haciendo de gente trastocada y estrafalaria.
He de decir que la obra, por más que me guste todo lo que desarrolla, no es una obra maestra.
La película por sí misma, al ser tremendamente rara y atípica, termina por mostrar cosas que sí que llegan a verse algo desagradables a la vista, digo, no creo que si a alguien le decís que en tu película hay animales y personas mutiladas y ensangrentadas te la vaya a ver, y pienso que, si bien es entendible la carga alegórica que llegan a tener este tipo de cosas, pudieron reducirse al menos un poco.
Otro problema que tengo con El Topo es el hecho de que ninguno de sus personajes fuera del protagonista son muy profundizados realmente. Acá, todo el cast está compuesto por personas extrañas y con comportamientos cuestionables dignas de meterlas de cabeza en un manicomio; ¿tiene un significado? Sí, pero no quita el hecho que ninguno de estos personajes destacan verdaderamente más allá de su peso simbólico y que representan una parte importante en el viaje del protagonista (y por esto mismo que deberían ser tratados más a fondo).
El nivel de producción no se queda atrás, y es que tanto en la calidad del audio como en la de la imagen se nota un presupuesto no muy alto y vuelve a la película mucho menos rica en cuanto a experiencia se refiere.
Como último punto señalaré el hecho de que el mensaje acabe por captarse solo cuando la película llega a su recta final debido a que el andar relacionando cosas se puede volver cansador para el espectador al punto en el que le quita las ganas de seguir el rollo. Lo que digo con esto es que la película se vuelve realmente pesada por la cantidad exagerada de cosas que hay por interpretar, haciendo que el punto de lo que te trataba de contar solo pueda entenderse al final por culpa de esto último.
Ya terminando de una vez por todas no diré que esta es una película que ''les fascinará'' o que ''la súper disfrutarán'' porque les estaría mintiendo.
Pese a todo, El Topo es una cinta demasiado única e irrepetible, con un nivel de rareza bastante potente que espantará a más de uno, pero si sos capaz de aguantar un viaje intelectual con semejantes características, tené en cuenta que habrá valido totalmente la pena, te lo digo yo.
8/10