
Bien contado aunque la directora la perdona la vida al PT y victimiza a Lula, con el único fugaz argumento de que redujo la pobreza. Pero sí es poderosa en mostrar a Temer como encarnación de la continuidad de un sistema que trasciende derecha e izquierda (las placas con los nombres de los constructores son más elocuentes) y se traga a Moro...