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Esta es una película en la que no hay una trama, no hay protagonistas y no hay un foco fijo, siendo una serie de cortometrajes, que muchas veces son tan experimentales que no tienen una historia del todo. Sin embargo, esto es lo que hace que sea una buena película. Siendo que no hay personajes que profundizar ni tramas que profundizar, la película se basa en ser un espectáculo visual que acompaña su hermosa animación con una excelsa banda sonora de música clásica. Y esto hace que Fantasia, más que un filme, sea una demostración de lo que era capaz Disney en sus primeros años. Las primeras películas de Disney se basaban mucho en experimentar tratando de transmitir sensaciones y emociones universales. Eran una prueba, tanto en el apartado técnico como en el narrativo, pruebas que establecieron las bases del medio de la animación. De ese modo, Fantasia es una excelente muestra de lo que es capaz la animación y en lo que puede resultar el esfuerzo de animar a papel.
Puede no ser profunda o muy interesante, pero vale la pena solo por el espectáculo que presenta y todas las sensaciones (desde pérdida, hasta tristeza, hasta felicidad) que la película puede transmitir con el poder de la banda sonora y los elementos visuales.
Muy recomendable.
