Review of Pom Poko

Un filme con conceptos sumamente interesantes y elementos que pudieron haber desarrollado un clásico de la animación, sin embargo, hay varios puntos en Pom Poko que hacen que no sea una buena película.
Primeramente, la película gasta demasiado tiempo en cosas cotidianas y rutinas que se vuelven repetitivas, como los son los mapaches asustando a los humanos. Sí, lo entiendo, los mapaches asustan a los humanos, no necesito media película de montajes de eso, que media película es una hora.
También la película es algo incongruente en muchos aspectos. Se entienden como poderes de los mapaches que pueden convertirse en varios elementos y después se establece que también pueden volverse invisibles. Sin embargo, al final de la película hacen aparecer objetos de la nada, sin previo establecimiento y como simple conveniencia argumental. A parte, en Pom Poko los mapaches tienen algo de inteligencia, por lo que no veo el modo en como algunos mapaches fueron tan tontos como para ser atropellados por autos en las calles de la ciudad y no fijarse en los autos ni en su entorno. Estamos hablando de una película en la que los mapaches pueden hacerse pasar como humanos y en donde aprenden sus costumbres y al final unos mapaches hasta obtienen trabajo, siendo así, que los mapaches pueden hacer todo eso, sigo sin comprender como es que algunos mapaches fueron tan tontos como para no darse cuenta de que las calles son peligrosas.
A parte de esto, resulta que los mapaches saben hablar japonés, ¿de dónde sacaron ese conocimiento? ¿cómo es que aun con este conocimiento siguen habiendo mapaches que mueren por no fijarse en un trailer gigante pasando en frente de él? mala escritura.
Ninguno de los personajes está bien detallado y si bien hay unos con personalidades bien definidas, la película gasta tanto tiempo en sus momentos de basura repetitiva de espantar humanos, que los personajes me acaban importando un comino.
Interesantes conceptos y como es normal para Ghibli, bonita animación, pero ya, es todo, no se profundiza en nada, por ende no me importa nada.