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En este libro Camus representa su filosofía del hombre rebelde expuesta de una forma mucho más madura y completa que en el mito de sísifo (aunque en ese libro se dedica a hablar más del absurdo ya se encuentra en este el germen de lo que él denominará rebelión metafísica), lo relacionado con el tema de la rebelión y sus criticas al Marqués de Sade y el belicismo romanticista de Nietzsche me han resultado acertadas pero su interpretación de algunos filosófos como Marx o Rousseau resultan, a la vista del lector, como si Camus no hubiese leído a estos directamente si no que los estudió a través de interpretes que no supieron leerlos bien, porque la cantidad de malformaciones que tiene su visión de ellos es hasta espectacular. De todas maneras es un libro mucho más interesante que el mito de sísifo (que resulta un ataque ante el racionalismo más básico de una forma bastante estúpida arguyendo argumentos falaces para demostrar la absurdidad del mundo) pues estamos ya ante la madurez de su pensamiento que, si bien no termina de ser de mi agrado y sigue cometiendo algunos errores monumentales, tiene algunas partes reivindicables y algunos capitulos que vale la pena leer. Una obra que resume la vida intelectual de un hombre y su pasión por existir para contemplar el absurdo de su existencia, alargar su vida solo con ese próposito.
