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A pesar de que pasé un rato agradable con esta cinta, la realidad es que a diferencia de otras como la de Invasor Zim, esta depende casi enteramente de la nostalgia. Estoy muy consciente de que si no hubiese visto la serie y no recordara su final abierto esta película hubiese sido muy aburrida, esto principalmente porque no se aprovecha lo que hizo que Hey Arnold! me gustara tanto de niño, que es explorar los problemas tangibles o psicológicos de sus personajes. En esta película se establece que Arnold tiene un problema y para variar son los demás quienes lo ayudan a resolverlo, dicha premisa se prestaba para que viéramos cualquier cantidad de facetas del personaje donde quizás sus amigos se dan cuenta de que incluso Arnold no sabe que hacer de vez en cuando, quizás en un momento dado Arnold sintiera explicitamente egoísmo y pusiera en riesgo a los demás para lograr sus objetivos para al final darse cuenta de que uno no puede ayudar a los demás esperando a cambio algo que ellos no pueden dar.
Lamentablemente no vemos nada de eso en la película y solo tenemos un episodio de la serie extendido de manera innecesaria que además saca a la película anterior (que es más interesante) del canon. No está tan mal, como dije antes la serie es de mis favoritas de Nickelodeon en incluso en general, si te gustaba Hey Arnold! la vas a pasar bien.
