Rancia película estadounidense de ciencia ficción que defrauda, principalmente, por su torpe discurso y una terrorífica escenografía de cartón piedra, que hasta llega a tener su encanto.
Aparte de la carencia de medios de la época -disculpable en todos los sentidos-, lo que puede dejar boquiabierto y confundido al espectador, sobre todo tras las interesantes expectativas de su comienzo, es la falta de imaginación que manifiesta toda la película.
La mayor parte de las secuencias son resueltas de la forma más facilona y tópica. Esperando se queda uno la aparición de algún simpático extraterrestre que aligere un poco el absurdo mensaje apocalíptico -que se repite a lo largo de la película- sobre un supuesto "día del juicio final", pero éste no parece ir más lejos de la simple referencia religiosa.
Una auténtica lástima, tratándose de una producción del imaginativo creador que es George Pal.
(5/7/1987)
-Crítica Nº 45-
2/10