Típico producto de la estrecha colaboración Powell-Pressburger o, lo que es lo mismo, visible, pero también caduco y prescindible.
Este es un estilo de cine, habitualmente melodramático, que suele gustar al gran público y son, por lo tanto muchos sus incondicionales seguidores. La clave debe residir en las grandes dosis de ingenuidad que suelen encarnar sus personajes, habituales y bien reconocibles arquetipos humanos, sin el menor rasgo de complejidad. Este es quizás su mayor lastre.
"Corazón salvaje" no es una excepción a la regla anterior. Esta inscrita en ese grupo de melodramas al uso, con cierto encanto y enmarcados por el chispeante y espléndido Technicolor de la época. Irreprochable es su puesta en escena -como de costumbre en las producciones de la pareja- y su afán de mero entretenimiento que, no llegando a aburrir, ya consigue en cierta medida su propósito.
(19/5/1987)
-Crítica Nº 27-
3/10