Rodada en EE.UU. supone, quizás por ello, la primera incursión de Polanski en el género del Cine Negro.
Película atípica, hasta desconcertante, en la carrera del director polaco, pasaría perfectamente por catalogarse de auténtico Thriller americano, jalonado por algún que otro golpe del característico humor negro de su realizador.
Trabajada con intensidad -pero no carente de una inusual sobriedad de exposición en el cine de Polanski- la película es una muy digna muestra de policial moderno que también tiene en sus famosos protagonistas (incluída una breve pero excelente aparición del propio John Huston) una de sus principales bazas de interés.
(1/5/1987)
-Crítica Nº 16-
6/10