Tiene un guión excelente que explora los trastornos de personalidad que puede sufrir alguien cuando se le da el incentivo apropiado y maneja eso de una manera magistral. Sus mayores problemas los tiene a niveles de producción y ya para cuando la serie alcanzó el presupuesto para mejorar eso, el guión ha mostrado casi todo lo mejor que tiene.
Es interesante, a ratos melancólica, a ratos tensa, a ratos filosófica y una recomendación para casi cualquier persona. Quizás sus cinco temporadas puedan intimidar a algunos, pero créanme cuando digo que vale muchísimo la pena.