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Alabada por muchos, tanto por su historia y por la realización de la misma, Ciudad de Dios es de las pocas películas latinoamericanas que logran captar casi cada aspecto de la vida dentro del mundo del crimen. Muy parecido a Goodfellas o el padrino, solo que en un lugar distinto, las favelas brasileñas, y su aproximación a lo que sería estar a estos lugares es interesante.
La obra posee numerosas tramas de diferentes habitantes de las favelas, las cuales son contadas de manera cuasi aleatoria. No obstante, está dividida en tres actos. El primero transcurre durante el inicio de las favelas en los 60’s. Aquí nos introducen a los personajes principales y cómo viven dentro de este ambiente, en donde la pobreza extrema, la baja infraestructura y el aparente cinismo de la clase gobernante de dejar a los marginados en aquel sector propiciaron el inicio de atracos y robos a menor escala a distintos vehículos, robando sus mercancías como productos de consumo, gas o dinero. Por otra parte también provocó que la población local se acostumbrara a estos hechos y ayudaran a los asaltantes, ya que es gracias a ellos que obtienen productos para subsistir, muy parecido a robin Hood si me lo preguntan. Sin embargo, a diferencia del relato inglés, las razones para que hagan esto son nada justificables y demuestran el atraso cultural y social que posee la gente. Algunos aún conservan un espíritu trabajador, pero esto se ve opacado por el aumento de la vida criminal y la baja cantidad de recursos, lo que impulsa incluso a niños, que además se les idealiza con este estilo de vida, a realizar actos tan atroces como matar a sangre fría. logra demostrar cómo es que un lugar así termina siendo un nido de ratas y parásitos.
El segundo acto transcurre en los 70’s. Acá viene mi primer problema con la película, los saltos de tiempo. Muchos cambios ocurren en este tramo y mucho del acto anterior desaparecen. Algunos personajes que no vuelven más, pero de eso hablaré más adelante. De todos modos es justo aquí donde empieza lo más interesante.
Ahora todo es más complejo, resultado de la industria de producción y tráfico de drogas que se fue desarrollando con los años. Lo que derivó en un elaborado sistema jerárquico en la que existen diversos sectores de las favelas. En dicho sistema cada posición tiene una función específica y status en el mundo de las drogas, retratándolos detalladamente. Las luchas por el dominio del tráfico son muy descriptivos, desde cada sector con sus dueños y las zonas que poseen hasta toda la historia detrás de estas y como se van pasando de dueño con una facilidad que da miedo. También está el hostigamiento de una con otra, en la que se usa tácticas de guerra de guerrillas para que una caiga y venga otra a conquistar su territorio o como algunos sectores que antes eran aliados o se veían neutrales pasaron a enemistarse con el paso del tiempo.
El estilo de vida también ha empeorado, la pobreza aumentó, el nivel de adictos se disparó y las muertes se volvieron pan de cada día. Lo que demuestra cómo los cambios a nivel económico, social y tecnológico afectaron seriamente a la localidad y la poca cultura que poseía, metiéndolos en un hueco de corrupción al que les prácticamente imposible de salir. También me agrada el alcance que tiene al representarlo, en la que cada cosa aunque parezca insignificante es en realidad parte de un todo, a su vez que tengan una repercusión abrumadora, y por tanto todo esté conectado, lo que hace sentir muy verosímil casi todo lo que pasa, varias cosas que he mencionado ya vienen existiendo desde el primer acto. Incluso estas cosas desencadenan el siguiente acto.
El tercer y último acto transcurre durante una gran guerra de pandillas entre 2 grupos mayoritarios por el control total de la Ciudad de Dios. Podrás ver lo más bajo que puede llegar la gente en su lucha por el control. Tiroteos diarios, decenas o hasta cientos de muertos, en las que se incluyen varios civiles, el asesinato indiscriminado de personas que no tenían nada que ver o hasta ejecuciones, no importa si fueran infantes. Y eso que todavía no menciono la corrupción dentro de las instituciones gubernamentales como la policía, que se ve involucrada vendiendo arsenal armamentístico que esperarías encontrar en las fuerzas militares. El último acto finaliza en los 80’s al terminar la guerra y ocurre lo mismo que dije de los antiguos carteles. Son usurpados por sus propios miembros inferiores y el anterior dueño termina muerto, repitiendo el ciclo otra vez.
La película a la final no se siente para nada un desperdicio. Todas las subtramas están entrelazadas y se van desarrollando paulatinamente, pese a que no posee una narrativa lineal y que parece que se desvía en ocasiones (aunque en realidad no lo hace). Es una obra bastante holística y realista que pocas veces se han visto. Y el hecho de que se sienta tan realista se ve fortalecido por su producción. Fue rodada dentro de las mismísimas favelas, con sus habitantes actuando dentro del set y en localidades que en verdad existen. Por ello es de notar que hasta los actores de fondo se comportan de una forma tan natural y que en verdad te creas todo lo que ocurre. Sumado a su ritmo frenético en la que todo el tiempo esté pasando algo, y sus visuales tan desenfrenados y saturados por lo que todo resulta tan importante. Esto también aporta a que la película no sea aburrida y tenga más contenido que algo como el padrino, con una hora más de duración.
Aun así no diría que hay mucha diferencia entre ambas desde un punto de vista general, porque si Ciudad de Dios posee más trama, el padrino explora mejor a sus personajes. Los personajes de Ciudad de Dios no son malos, y en definitiva todos sirven, ya que cada uno posee una personalidad propia y varios un objetivo definido, con costumbres que muestran de manera precisa en la que se vive allá con un largo numero den exponentes. El problema viene a que son demasiados, por lo que se te pueden olvidar quienes eran, algunos no tienen una muy buena exploración o son planos y varios pasan sin pena ni gloria, desapareciendo de un momento al otro.
Los problemas no acaban ahí, ya que existe cierto giro de tuerca a la final que se nota que es aleatorio, (spoiler) y hablo del niño que quería matar a uno de los cabecillas de uno de los bandos. Bastante sacado de los pelos, aun con la moraleja que deja. Pero más allá de dichos problemas, además de los saltos de tiempo (aunque entiendo porque los usan), es un film maravilloso. Muy bueno en exponer problemas sociales desde distintas perspectivas y múltiples sucesos, siendo compacta y con un alcance enorme.
