La construcción del Puente Rosario-Victoria es la escusa para poder contar historias extraordinarias de gente común, o historias comunes de gente extraordinaria, o simplemente buenas historias. Un padre solo que espera, el hijo que siempre se aleja porque tal vez nunca se fue, un documentalista contrariado, un ladrón con sueños y su novia leal, dos pibes que quieren cruzar el río hasta Rosario, un técnico alemán que viaja para vivir su amor marginal y vuelve a hospedarse con dos hermanas solteronas.
Cruzar el río para que tantas cosas se las lleve el agua, para llegar renovado a ninguna parte. Relatos que unen los lados, que construyen un puente paralelo al de cemento.
Más allá de alguna caída en el ritmo, la película funciona bien. La fotografía es impresionante y los personajes están bien logrados.
8/10