Si bien tiene una buena línea argumental que sostiene un final acorde -el personaje de Al Pacino se lleva los laureles-, esta película no termina de convencerme. Tiene huecos por dónde se la mire.
Tal vez porque yo no esté pasando un buen momento, supongo que lo que más me impactó es cómo cada uno se lanza a su propia condena inconscientemente, se autodestruye.
5/10