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Naomi Kawase. Invitada de Honor 2011. Festival de Cine 4+1
La historia del mundo podría contarse, por ejemplo, enlazando unas tras otras, estampas, cuadros, fotografías y secuencias de bailes. Gente que se deja llevar por la música, gente encorsetada, gente que baila para alcanzar lo divino, gente que baila para dejar atrás lo humano, para reír, para no llorar, para festejar o para demostrar respeto. En su segunda película de ficción tras una esplendorosa carrera documental, Naomi Kawase retrata el duelo emocional de una familia que, a la postre, encontrará en el baile la manera de exorcizar sus demonios. La deslumbrante puesta en escena y los planos secuencia con los que Kawase acompaña a esta familia, convierte esta historia del duelo por la muerte de dos hijos gemelos en un exorcismo pausado y danzarín. (Gonzalo de Pedro Amatria)
It would be possible to tell the story of the world, for instance, weaving together engravings, paintings, photographs and dance sequences. People getting carried away by music, people wearing corsets, people dancing towards the divine, people dancing to leave all things human behind, dancing to laugh, dancing so as not to cry, or simply as a show of respect. In her second fiction film, after a splendid career in documentaries, Naomi Kawase portrays the emotional grief within a family that eventually finds a way to exorcise their demons through dance. The dazzling production and the single tracking shots Kawase uses to accompany this family turn this story about mourning the death of twin sons into a slow dance of exorcism. (Gonzalo de Pedro Amatria)
La historia del mundo podría contarse, por ejemplo, enlazando unas tras otras, estampas, cuadros, fotografías y secuencias de bailes. Gente que se deja llevar por la música, gente encorsetada, gente que baila para alcanzar lo divino, gente que baila para dejar atrás lo humano, para reír, para no llorar, para festejar o para demostrar respeto. En su segunda película de ficción tras una esplendorosa carrera documental, Naomi Kawase retrata el duelo emocional de una familia que, a la postre, encontrará en el baile la manera de exorcizar sus demonios. La deslumbrante puesta en escena y los planos secuencia con los que Kawase acompaña a esta familia, convierte esta historia del duelo por la muerte de dos hijos gemelos en un exorcismo pausado y danzarín. (Gonzalo de Pedro Amatria)
It would be possible to tell the story of the world, for instance, weaving together engravings, paintings, photographs and dance sequences. People getting carried away by music, people wearing corsets, people dancing towards the divine, people dancing to leave all things human behind, dancing to laugh, dancing so as not to cry, or simply as a show of respect. In her second fiction film, after a splendid career in documentaries, Naomi Kawase portrays the emotional grief within a family that eventually finds a way to exorcise their demons through dance. The dazzling production and the single tracking shots Kawase uses to accompany this family turn this story about mourning the death of twin sons into a slow dance of exorcism. (Gonzalo de Pedro Amatria)