The Wind Reviews
The Wind review

(OK) Forget and forgive the stupid ending (could be happy but not so false) , Gish and Hanson fights against their feelings and against nature in such different ways, Sjostrom is as poetic as sober when he has to...

EL VIENTO (1928)

Salvando sus limitaciones por la muy lejana fecha de su realización y el añadido final feliz impuesto por la distribuidora, cabe situar a "EL viento" entre las películas más notables del cine mudo estadounidense.
El alucinante ambiente que se respira en una cabaña aislada en medio del desierto americano, unido a la terrible presencia de un fustigador viento y los ciclones -que se erigen en los verdaderos protagonistas de la película- hacen que ésta posea una densidad emocional y una visión epopéyica extraordinarias, plasmada a través de las delirantes ensoñaciones de su brillante protagonista, encarnada por Lillian Gish. También el resto del reparto cumple su labor con sobrada eficacia.
El único punto negro, o el más flojo de la obra, podría estar en su excesiva precipitación de los hechos y en alguna secuencia demasiado repetitiva, pese a forzar con ello el carácter claustrofóbico de la atmósfera en su conjunto. Su alegórico final, aún manipulado, puede salvarse merced a la sensible y buena mano del maestro Sjöstrom.
(7/6/1987)
-Crítica Nº 37-
El alucinante ambiente que se respira en una cabaña aislada en medio del desierto americano, unido a la terrible presencia de un fustigador viento y los ciclones -que se erigen en los verdaderos protagonistas de la película- hacen que ésta posea una densidad emocional y una visión epopéyica extraordinarias, plasmada a través de las delirantes ensoñaciones de su brillante protagonista, encarnada por Lillian Gish. También el resto del reparto cumple su labor con sobrada eficacia.
El único punto negro, o el más flojo de la obra, podría estar en su excesiva precipitación de los hechos y en alguna secuencia demasiado repetitiva, pese a forzar con ello el carácter claustrofóbico de la atmósfera en su conjunto. Su alegórico final, aún manipulado, puede salvarse merced a la sensible y buena mano del maestro Sjöstrom.
(7/6/1987)
-Crítica Nº 37-
