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Toma la aislación del primer juego y la explota al máximo, pero esta vez sin un diseño repetitivo y laberíntico, sino con un diseño semi-lineal, con grandes áreas que se visitan una sola vez. Gracias a esto, no se siente necesario un mapa y la experiencia es intrigante mas no frustrante. El diseño audiovisual es también muy interesante y algo que sus recreaciones y reinterpretaciones modernas no lograron captar, con una cámara claustrofóbica que realza el sentimiento de estar dentro de una cueva interminable, y un soundtrack bien austero que transmite una sensación de lugar inhóspito. Punto a favor también que ahora no es necesario grindear. Punto en contra que ahora los jefes se repiten bastante y la falta de colores puede desorientar al jugador, sobre todo considerando que el mapa tiene una especie de “falsa tridimensionalidad”. Más allá de críticas puntuales, Metroid II es un excelente juego y posiblemente el más interesante que haya salido de esta consola, conocida más por tener versiones inferiores de juegos de sobremesa que por sacar secuelas nuevas e innovadoras.

Una adaptación un tanto burda del Super Mario Bros de NES a la GameBoy; con la carencia de las resbaladizas y más veloces físicas del original y con un diseño de nivel mucho más limitado, no es una experiencia que valga mucho la pena.