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A pesar de que algunos quieran minimizar su importancia, Alfred Rosenberg sigue siendo el mayor exponente del pensamiento nacionalsocialista. Aun los que se basan en un libro de dudosa procedencia, como las conversaciones de sobremesa, no pueden ocultar que el mismo Hitler es quien le encarga la supervisión general sobre la totalidad de la difusión de la Weltanschauung del Tercer Reich. Esto es finalmente reafirmado, tras su exitosa gestión, cuando en su quincuagésimo natalicio, Hitler le dirigió un mensaje de congratulación en el que declaró que Rosenberg había sido el único entre sus colaboradores que en cuestiones fu
A pesar de que algunos quieran minimizar su importancia, Alfred Rosenberg sigue siendo el mayor exponente del pensamiento nacionalsocialista. Aun los que se basan en un libro de dudosa procedencia, como las conversaciones de sobremesa, no pueden ocultar que el mismo Hitler es quien le encarga la supervisión general sobre la totalidad de la difusión de la Weltanschauung del Tercer Reich. Esto es finalmente reafirmado, tras su exitosa gestión, cuando en su quincuagésimo natalicio, Hitler le dirigió un mensaje de congratulación en el que declaró que Rosenberg había sido el único entre sus colaboradores que en cuestiones fundamentales siempre había finalmente probado tener razón. Cabe recordar que ya en 1937 había sido honrado con la máxima distinción al serle conferido el Premio Nacional Alemán para el Arte y las Ciencias. Durante la premiación, el ministro de ilustración pública, Joseph Goebbels, decía: "Alfred Rosenberg contribuyó con sus obras en medida descollante a fundamentar y afianzar científica e intuitivamente la concepción del mundo del Nacionalsocialismo. Recién un tiempo posterior podrá apreciar plenamente cuán profunda es la influencia de este hombre sobre la estructuración espiritual y cosmovisional del Reich Nacionalsocialista”.
Rosenberg se une a Hitler en el temprano 1919 y ya en 1921 se hizo cargo del Völkischer Beobachter, periódico oficial del partido. Pero no fue sólo un intelectual, y lo demuestra marchando en primera fila con con Hitler en Coburgo en 1922 y en la Feldherrnhalle en 1923. En 1929 funda la Liga de Combate por la Cultura Alemana. Como miembro del Reichstag y representante de su grupo parlamentario en asuntos exteriores, fue nombrado en abril de 1933, por Adolf Hitler, Jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores del NSDAP y poco después Reichsleiter.
Alfred Rosenberg, en cierto sentido, es el padre de la literatura nacionalsocialista, el creador de sus fundamentos intelectuales, por lo que nada mejor para comprender el movimiento que cambió para siempre la faz del mundo, que sus escritos, recopilados en 1934 por el propio partido nacionalsocilista bajo el título de "Sangre y honor", uno de sus lemas preferidos, centro de su "Mito". Resulta simbólico que cada hoja de las dagas que todos los Hitlerjugend portaran llevaran grabadas justamente las palabras “Sangre y honor”.
Era necesario publicar por primera vez en castellano una obra que pudiera mostrar una imagen auténtica, genuina, del combate del Tercer Reich mediante la pluma de uno de sus mayores combatientes.
A través de la multiplicidad del talento de Rosenberg se reflejan casi todos los sucesos y problemas de quel momento. Con la selección oficial de sus ensayos y discursos quedan expuestos tanto el retrato de la personalidad de su autor como las ideas principales del movimiento nacionalsocialista.
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Manufacturer: Ediciones Sieghels
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