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Se dice que la historia es maestra de la vida porque identifica errores y señala aciertos. Esto es así únicamente cuando de verdadera historia se trata.
La gigantesca tragedia, que se conoce como Revolución Francesa ha venido siendo disfrazada para representarla como un anhelo de justicia universal que no llegó a su feliz culminación. Y hasta se le rinde pleitesía.
La otra gigantesca tragedia. Que costó veintenas de millones de vidas, y que es conocida como Revolución Soviética, también es presentada como una no concluida reivindicación del proletariado.
Conocer cómo se originaron ambas catástrofes y cuál
Se dice que la historia es maestra de la vida porque identifica errores y señala aciertos. Esto es así únicamente cuando de verdadera historia se trata.
La gigantesca tragedia, que se conoce como Revolución Francesa ha venido siendo disfrazada para representarla como un anhelo de justicia universal que no llegó a su feliz culminación. Y hasta se le rinde pleitesía.
La otra gigantesca tragedia. Que costó veintenas de millones de vidas, y que es conocida como Revolución Soviética, también es presentada como una no concluida reivindicación del proletariado.
Conocer cómo se originaron ambas catástrofes y cuáles eran sus orígenes y metas, no es simple curiosidad por volver la vista hacia el pasado.
Los que esos dos movimientos se proponían imponer al mundo no murió del todo. Sencillamente cambió de estrategia. Ahora no parece en primer plano una efigie de terror , con guillotina y con campos de exterminio.
Pero, casi inadvertida, con atractivos ornamentos de progreso y unificación universal, la Revolución está en marcha. Sus recursos para extinguir todos los valores de la vida social es avanzada de sus milenarias fuerzas.
Lic. Jesús F Benítez
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Manufacturer: Librería Vigente la Derrota Mundial
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