Surgiendo por la popularidad de la viñeta de su autor, Aeter, donde se críticaba la falsa equivalencia referente a la recepción de obras con temáticas mexicanas. El Güero Balazos se anuncia con bombo y platillos como una aventura absurda recargada de acción, masculinismo y una constante representación de la cultura mexicana, sus costumbres, lugares, mitos y gente.
Promesa estropeada con el poco entendimiento y la desinformación referente al entorno mexicano de sus autores, un méxico désertico ya estereótipo de las proyecciones americanas con fondos vacíos y elementos gastados como los oxxo's o carritos de hot dogs, un humor tonto dependiente de remates absurdos y diálogos sin gracia producto de una narrativa caótica que no conduce hacía donde ir, ni por qué. Todo englobado a una composición muy tímida que no arriesga y torpemente incluye tantos paneles en un fallido intento por encontrar dinamismo
El diseño de personajes aunque rescatable no mantiene una coherencia, hombres musculosos a la cartoon network conviviendo con antropomorfos sacados de furfanity.
Si quieres ver un buen referente de la cultura mexicana no leas El Güero Balazos.